Comparto con ustedes la inusual entrevista que me hizo la conocida reportera Bareska López:
Jonatan Melquiades Reyes,
egresado de la Universidad Nacional de Piura, de la escuela de comunicaciones,
me recibe con su camisa a cuadros ― bajo la que se oculta su faceta friki (una
camiseta de Superman, su héroe preferido)― y con afabilidad nos relata su
experiencia como escritor y sus inspiraciones y curiosidades de su obra
“Muñeca de trapo”, así como su anterior faceta de estudiante y su continua
personalidad creativa y de ávido lector. Además de confesar su modo de captar
la atención de sus lectores.
―¿Por
qué y cómo decidiste ser escritor?
Bueno
no lo sé, no es una decisión, es algo que he tenido toda mi vida porque viene
de familia; mi padre es artista, escribe, hace canciones, ha hecho teatro. Y
creo que por ese lado empezó todo, ya desde pequeño participé y gané algunos
concursos de poesía.
―¿Cuándo
salió tu primer publicación?
Mi
primer libro salió en quinto de secundaria, en el año… uf hace mil años, no
recuerdo exactamente cuál fue (risas), creo que fue en el 99. Yo estaba en
quinto año de secundaria y fue un poemario del cual me avergüenzo mucho porque
para mí era un trabajo “malo”, aún así se decidió hacer el libro.
―¿Te
considerabas un novato todavía en el tema de la escritura?
En
esa época sí, ahora considero que he mejorado bastante y ya tengo un estilo
definido.
―Tu
primer libro fue de poesía pero el segundo son relatos cortos. ¿Por qué ese
cambio de la escritura en verso, por la escritura en prosa?
El
cambio se debe a que siento que los cuentos me salen mucho mejor que las
poesías. Como he mencionado, mi primer poemario me hace sentir un poco
avergonzado porque pienso que son
poesías muy adolescentes, muy concentradas en el amor idealizado, que en su
tiempo las escribí por ciertas situaciones pero que una vez crecido las volví a
leer y me dije a mí mismo “¡Dios, cómo pude escribir esto!” (risas). Entonces
últimamente no escribo poesías, aunque sí participo en un blog llamado “Blog de
a cuatro” donde suelo publicar escritos con mucho de ese estilo poético. Sin
embargo creo que me queda mejor la prosa.
―¿Cuál
fue tu experiencia en la publicación de tu primer libro? ¿Contaste con el apoyo
de tu familia o fue un trabajo constante y duro?
No,
al contrario. El primer libro llamado “Una vida, un verso”, fue más bien una
motivación de mis padres quienes lo querían sacar como una especie de
publicidad para “Emaus”, empresa en la que trabajo actualmente. Yo no estaba
muy de acuerdo porque sentía que el material que había elaborado no tenía
condición publicable. Pero se sacó y así fue. De hecho no estuve muy
involucrado en el proceso de impresión.
―¿Con
“Muñeca de trapo” tuviste la misma experiencia?
Con
esa última obra sí estuve bastante involucrado en cada proceso. Es más una vez
publicado el libro, mis amigos de Caramanduca me ofrecieron un lugar en la
editorial que acepté y ahora también trabajo en edición, correcciones de otras
obras. Yo, definiría a “Muñeca de trapo” como mi primer libro oficial.
―¿Entre
los autores que lees, hay alguno en especial que te haya influenciado?
Sí,
yo creo que tengo tres autores que me influenciaron mucho, a los que estuve
leyendo bastante en una época donde también escribía mucho. Son J. R. R.
Tolkien, Edgar Alan Poe y Julio Verne, a los tres los he leído y releído
muchísimo.
―¿Cuál
es tu obra favorita de Verne? ¿Las
has leído todas?
Mi
obra favorita de Verne es “La Jangada”. Hubo una época en la que perdía clases
por quedarme leyendo horas a Julio Verne. No sé si he leído todas pero la
mayoría de hecho sí. De igual manera sucedió con Tolkien y “El señor de los
anillos”, obra que he leído dos o tres veces.
―¿Y
la influencia de esas lecturas de fantasía, ficción y surrealismo, ha sido
plasmada en tu libro “Muñeca de Trapo”?
Sí,
hay muchos cuentos que yo los considero de ese estilo.
―En
esa obra que recopila varios relatos cortos, está el cuento “Piedra, papel o
tijera” ¿Tiene alguna referencia a algo?
Obviamente, la película “El joven manos de tijera” es una de mis películas favoritas
―por no decir la preferida ―. Mi influencia para escribir no viene tanto de
autores de libros y mucho menos de los clásicos, sino más bien de otras artes
como lo son la música y el cine. Como este primer cuento de “Muñeca de trapo”
que hace tributo a la película ya mencionada.
―¿Y
ese rechazo hacia los clásicos a qué se debe?
Bueno
en mi casa todo el mundo lee autores y obras clásicas, pero que sean mis
preferidos o que de mi nazca leerlos, no. Creo que tiene que ver con que en el
colegio me impusieron leerlos como parte de la evaluación, entonces no me
agradaron porque lo sentí como una imposición y no como algo mío.
Una
de éstas se muestra en el cuento "Mr. Jonks" donde doy paso a una canción de
Queen, "Bohemian Rapsody". Quien no conoce o entiende esta canción, no le hallará
mucho sentido al cuento. Otra influencia está en el relato "Interestelar".
―"Insomnio" es uno de los cuentos que más impacta y causa temor cuando se lee. ¿También te
ha impresionado o atemorizado escribir alguna de esas historias?
De
hecho sí, está el cuento “Reflejos” que a pesar de que yo lo había escrito,
cuando al fin lo leí en la noche, tuve un fuerte temor y recuerdo que volteaba la cabeza observando
toda la habitación para asegurarme de que no había nada.
—La
mayoría de tus relatos empieza con la narración de acciones y personajes muy
normales, pero llega un momento sorpresivo ―casi al final― en donde se muestra
la verdadera personalidad oscura o escondida de los personajes.
Sí,
es lo que intento con mis historias. Tenía un profesor que siempre decía que
para impresionar a los lectores había que “voltear” la historia, darle un
rotundo cambio, “noquear” al lector. Y eso es lo que trato de hacer en ellas.
Hay
una cosa que yo aclaro a los lectores cada vez que puedo, y es que si bien los
relatos que escribo recogen temas oscuros, de terror, muerte, etc; yo no soy
así. No voy planeando muertes o ataques en mi vida, no soy una persona
depresiva. He tenido mis malos momentos, como cualquier persona, y he usado la
escritura como instrumento de catarsis.
―Estuviste
residiendo un tiempo en España ¿Qué obtuviste de ello?
En
España, de hecho, surge el libro; ahí es donde escribí el primer cuento “Muñeca
de trapo”, que salió de tirón. Fue como una catarsis en un momento complicado
de mi vida, cuando estaba solo, lejos de mi familia y de mi hijo. Tenía un
bajón muy fuerte. Entonces si uno lo lee observa que el cuento es bastante
oscuro, donde se plasma esa parte de mi vida. Lo cual no está bien, sé que no
es sano escribir cuando estás mal influenciado.
―¿Está
en tus planes escribir una novela?
Me
gustaría escribir una novela pero no logro mantener una historia larga. Es mas
en la universidad empecé a escribir una novela en un cuaderno, tenía la historia de un
héroe de un país que tenía una princesa. Entonces, cuando ésta se mata, él se
haya en la decisión conflictiva de seguir siendo un héroe o convertirse en un
ser malvado para ir al infierno y encontrarla. Hasta que el cuaderno se
perdió en la universidad y nunca lo encontré. Entonces me desanimé y pensé que mejor me
quedaba con los relatos cortos que es lo que mejor se me da.
―¿Tienes
nuevos proyectos?
En
cuanto a escritura sí, tengo varias historias que pienso sacar en una nueva
obra. Incluso pienso sacar una re-edición de “Muñeca de Trapo”. Por otro lado
con los muchachos de Caramanduca estamos trabajando en el proyecto audiovisual llamado “Comadrejas” en
Youtube. Es un hobbie que disfrutamos.
―Por
otra parte también te gustan los cómics.
Así
es, me gustan mucho estos. He leído varios, hay una infinidad de títulos para
elegir. Me gustan los que tratan historias de súper héroes, mis favoritos son
los de DC comics, aunque también he leído los de Marvel. Solía buscar los
cómics menos comerciales por ejemplo Maus, un cómic muy bueno ambientado en la
segunda guerra mundial.
―¿Has
pensado en colaborar en algún cómic?
Con
Caramanduca hemos pensado en hacer nuestros propios cómics. No comprar los
derechos de otros sino elaborarnos nosotros. Pero es una cosa que demanda
muchísimo tiempo y trabajo y por ahora no nos da mucho tiempos para ello aunque
nos gustaría.
―¿Cómo
te definirías en tres palabras?
Desordenado,
responsable e imaginativo.
Bareska López