miércoles, 18 de marzo de 2015

Nos están traicionando

Ante el panorama mundial, en el que atravesamos una época de sobreproducción petrolera, resulta inverosímil que los precios de los combustibles en el Perú no acaben de bajar (o que sólo lo hagan cuando el Estado los subsidia). Sorprende esto, en especial, considerando que el nuestro es un país productor de petróleo. Y más aún, llama la atención (y hasta encabrona) enterarnos de las cosas en las que los directivos de Petroperú derrochan invierten el dinero.

Que lo paguen de su plata, que no les falta

…que tampoco es muy diferente a lo ocurrido hace poco con el señor Julio Velarde, presidente del Banco de Reserva del Perú, quien no podía dejar de pasar un año sin subirse el sueldo aún teniendo el salario de funcionario público más alto de todo, todo…todito el país.

Al señor Velarde le quedaban cortos los 41mil soles y
quería que le aumenten tres mil mal; es decir, sumado
todo el señor Velarde iba a ganar 59 sueldos mínimos
mensuales. ¡Provecho!

En efecto, es innegable que Perú atraviesa por un buen momento económico y que todos quieren su tajada. Los taxistas no son ajenos a esta repartija. Al menos en Piura, los profesionalísimos del transporte (autodenominados ahora “transportadores”, probablemente en honor a las películas de Jason Statham) en los últimos 4 años llegaron a aumentar sus tarifas hasta en un 500% (considerando que en 2009 lo máximo que cobraban era S/.2.50, hoy en día del centro a mi casa me piden S/.13.00 con regateo).

 Lo positivo del caso es que, al menos, han renovado
esa vieja flota de autos Tico de hace 20 años.

Hasta los lugares que nunca subían sus precios, como la Pera madura, el favorito de toda la vida que desde los noventas servía un cafecito por un sol, a partir del 2010 empezó a encarecer sus servicios a manera de progresión geométrica.

La gráfica demuestra el encarecimiento del café en la
Pera madura, el cual, antes del 2010 costará más que el de
Starbucks.

Otros favoritos como el Munich, que hacía 6 años cobraba 3 lucas por chela, ahora la vende al doble. Y aún más: el recientemente descubierto Don Lucho’s, que vendía un ceviche llamado “empresarial” por 10 soles (una fuente bastante decente de donde podían comer hasta 4 personas) ahora, dos años después, lo sirve menguado (no “lenguado”) y a 20 nuevos soles.

Ceviche empresarial de Don Lucho's 

En Perú las reglas de la física parecen haberse invertido: todo sube no tiene que bajar. Y así pues, ya hasta resulta un pecado mortal que uno reclame. La consigna de los negocios parece ser refregarte en la cara que sus productos son exclusivos y que, si eres misio, no vales el sol que tienes en el bolsillo.

Dato anacrónico: si estás leyendo esto en otro país o en una época en la que el valor del Sol parece remoto, hago esta breve ilustración: una botella de agua mineral promedio de 500ml en 2008 costaba un sol. En 2015 la misma botella de la misma marca cuesta S/.1.20. Con esto ya te darás cuenta de que la supuesta inflación no es más que una concertación de precios en ciertos sectores supravalorados.

1 comentario:

Gabriel Ch. García dijo...

Que hijo de... El presidente del banco de reservas D:, con respecto a la última parte, el ceviche tampoco no sube porque sí, hace los mismos años atrás los insumos para producirlo también eran más baratos, todo ha subido: pescado, limones, cebolla,etc, sin mencionar alquileres, pago de cocinero, mozos, cartas, servicios de agua y electricidad, es obvio que el precio de los platos de restaunrat iban a subir. Pero aún hay sitios con precios bajos, pero que con el tiempo desaparecerán porque no les cuadran las cuentas o no tienen clientes, o puede que simplemente sigan pero con precios de acuerdo al mercado.
En IPAE en una ocasión vimos el proyecto de negocio de una cevichería, con precios más o menos como los de don lucho y además de características del local. No se podía bajar el precio sin afectar negativamente nuestro VAN o TIR, y un negocio está para producir ganancias, crecer y re-invertir en lo mismo para crecer u otros rubros.