¿Qué hace la gente con sus fotos? Parece ser que las personas pierden el interés de lo fotografiado tan pronto lo suben a sus redes sociales. De allí solo Dios sabe, pues, si pasado un tiempo les preguntas: "¿Qué fue de las fotos de la reunión del año pasado?"; probablemente te responderán que no tienen ni puta idea. La gente es descuidada y conchuda. Descuidada, porque pierden los recuerdos sin ningún remordimiento; y conchuda, porque in situ son los individuos más afanosos, los más avezados, los que están toda la jornada jodiendo con el celular en la mano.
Probablemente no recordarán dónde guardaron sus fotos el próximo año. |
No entiendo cómo todos andan por allí como si nada. Y no es una cuestión generacional, porque uno podría pensar: "claro, como los jóvenes nunca pagaron por revelar una foto, no las valoran". No, estamos hablando también de gente mayor, gente que la mayor parte de su vida, tuvo que comprar un rollo de fotos, costear su revelado y probablemente adquirir un álbum para conservar las imágenes. Un buen ejemplo de esto es mi suegro; a quien vengo escuchando hace 10 años que tiene varios rollos de fotos de cuando Paty y sus hermanos eran niños, que por allí deben estar y que "algún día" va a revelar.
No solo es él. Así piensa toda la gente que conozco, incluídos mis amigos cercanos. Algunos incluso han llegado a contratar servicios de almacenamiento como Google fotos. No sé para qué. Tienen sus fotos y sus videos allí todos desordenados, sin fecha y, para colmo, cuando les preguntas por algún archivo específico, te dicen que "quizá" está en otra compu que no usan hace 10 años o en una pila de fotos pegoteadas, pendientes de escanear y así.
Yo hace tres años emprendí la labor de escanear todas las fotos de mi familia y hacer un archivo general. Lo hice, en parte, porque veía que las imágenes impresas se estaban decolorando, dañándose irrecuperablemente. Así que me dediqué a escanearlas, restaurarlas y ordenarlas cronológicamente. Luego hice lo mismo con otras fotos y vídeos digitales que tenía en diferentes fuentes. Además, le pagué a alguien para que digitalice todas las cintas de VHS que había por casa. Por último, fui consultando a familiares y amigos si tenían otras imágenes. Esto último resultó ser lo más frustrante debido a las excusas: "Voy a ver, yo te aviso", "no sé qué fueron", "me entró virus", "me robaron el teléfono", "solo tengo lo que está en facebook".
Yo no digo que todos se tomen el trabajo de hacer un archivo como el que hice. Sin embargo, debería haber una preocupación por lo menos por cuidar lo que en un momento uno estimó digno de registrar. A no ser que lo fotografiado nunca tuviese valor. Si fuera así, ¿Para qué tomar la foto, entonces? No sé... De pronto se me vienen a la mente las palabras de Alejandro Dolina cuando decía: "la gente no quiere leer, quiere haber leído". En este caso yo diría, parafraseando: La gente no quiere la foto. La gente quiere haber fotografiado. Quiere haberse salido con la suya. Quiere haber sacado su teléfono y que la vean tomando fotos. Quiere haber estado allí. Quiere que le den me gusta. El recuerdo es lo de menos.
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