lunes, 17 de agosto de 2015

Ecos de madrugada


En esta intensa madrugada azul


un eco se posó en mi balcón


y lentamente fue atravesando


las persianas levantadas por el terror a la soledad.





El eco se posó a mi costado


justo donde una huella queda en la almohada.





El mismo eco se transformó en susurro


y Asuka sintió esa calidez.





Y pudo volver a soñar


con una laguna en el parque


y con insectos voladores que saben a galletas.




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